28 oct 2005


En confianza, no leo muchas novelas. No es que me disguste leer novelas, ni mucho menos, sino que a veces no da tiempo para todo. Siempre tienes que elegir y, salvo excepción, vas a lo seguro. Lees cómics, manuales, libros técnicos y, a veces, cansa buscarse otro divertimento, en forma de novela, para pasar esos ratos de obligado ocio mientras viajo en metro, tren o autobús.

Tengo constancia de Rafa Marín desde que me compré Iberia Inc. (a lo mejor de antes, aunque no lo recuerdo). Ésa serie, limitada de 6 números porque la lógica lo hizo así, era un intento de crear un Universo de superhéroes español. Por supuesto había influencias del cómic americano, pero eso era inevitable y, seguramente, comprensible y aceptable. La experiencia no cuajó, bendito país el nuestro, pero a mí me sirvió para conocer a un guionista (del que más tarde descubriría que era un hombre orquesta de lo más completo). Tiempo después lo vi guionizando algunos números de Los 4 Fantásticos. No sé qué era más interesante (o bochornoso, según se mire) si la lectura de esos tebeos, que desde mi punto de visto no estaban nada mal, o las peripecias y piruetas que sucedieron durante este periplo entre el equipo creativo (formado por Carlos Pacheco, Rafael Merino y Rafael Marín, más algún supervisor sorpresa) y la editorial. Probablemente no se ha dicho más de la mitad, pero os aseguro que sólo con esos fragmentos se podría escribir un libro (seguramente un thriller).
También lo leí en su sección de la revista Dolmen y, finalmente, lo leo habitualmente en su bitácora. Total, que poco a poco, lectura a lectura, sientes curiosidad por quién está detrás de esas frases y de esas ideas. Descubres que también escribe y que, según cuentan, no lo hace nada mal. Y decides, contra todo pronóstico, comprarte un libro suyo. No importaba cuál, pues era una simple prueba. Fui a una librería y allí me lo pusieron fácil. Sólo tenían uno, Lágrimas de luz. Nunca la ignorancia y la suerte fueron tan buenas aliadas.


LÁGRIMAS DE LUZ
Según la crítica, Lágrimas de luz ha sido una de las mejores obras de ciencia ficción española de la historia. No me voy a pronunciar al respecto, porque mi bagaje sobre el tema es más bien escaso. Lo que sí puedo hacer es contaros, más o menos, de qué va.

Brevemente
El protagonista de esta historia es Hamlet Evans, un humano que vive en un futuro, en plena Tercera Edad Media. Su misión en la vida, si él mismo no lo remedia, es trabajar en una fábrica, formar una familia y pudrirse en un mundo aburrido a las manos de una figura invisible, todopoderosa y omnipresente llamada Nueva York. TODO se hace en nombre de Nueva York. Para bien o para mal. Por Nueva York se inició la Conquista del universo conocido y entra a formar parte de la Corporación. Mientras la gente trabaja en fábricas, los militares recorren la galaxia para ocupar todos los planetas que se cruzan en su camino.
Hamlet no quiere vivir una vida típica y aburrida. Su única salida es intentar convertirse en poeta. Los poetas de esa época no son como los de antes ni como los de ahora. Los poetas se han convertido en narradores de las aventuras de las tropas de la Corporación. Los poetas se han convertido en los cuentacuentos de la Corporación y sus textos son recordados luego por la gente. Hamlet se aferra como a un clavo ardiendo a esa posiblidad. Afortunadamente, o no, consigue su propósito.

Uno de los aciertos de esta historia es la transformación social que muestra el autor desde el punto de visto social, filosófico e intelectual durante estos siglos. Las familas son formadas por varios hombres y mujeres, no importa cantidad ni género. Las relaciones lésbicas, homosexuales y las orgías no están mal vistas, todo lo contrario. Los habitantes de la Tierra tienen su trabajo en las fábricas. Un trabajo aburrido y cansino, que queda recompensado por ventajas que mantienen en calma al animal que el ser humano lleva dentro. Sexo libre y de fácil acceso, drogas y un escaso bagaje cultural. Si la persona manipulada no tiene inquietudes, tiene un trabajo y puede hacer lo que quiera, no dará problemas.

Seguimos con Hamlet. Él forma parte de una minoría, interesado por los libros, por escribir y, según él, aspirar a algo más. Una vez consigue que le den la oportunidad de aspirar al puesto de poeta, se lo llevan del planeta. Viaja hasta Monasterio, un planeta en el que comenzará su aprendizaje. En Monasterio lee libros de los que nunca había oído hablar, aprende a componer, a defenderse y a mejorarse físicamente. Allí empienza a darse cuenta de que no es oro todo lo que reluce y de que su trabajo no será tal y como pensó desde un principio. Acabado el curso, Hamlet Evans se convierte en un poeta de la Corporación de la cabeza a los pies.

A partir de ese momento y embarcado en cualquiera de los numerosos rompehielos de la Corporación, descubrirá las verdades y mentiras de Nueva York y las verdades y mentiras de su trabajo. Será una vida difícil, llena de experiencias traumáticas y momentos (in)olvidables. Lo mejor será que. si queréis, las descubráis por vosotros mismos.

Lágrimas de luz es un libro entretenido. Lo que más me ha gustado ha sido esa mezcla de ambientes, mitad futuristas mitad medievales. Una ocasión de desubicar momentos históricos y amoldarlos a una época completamente distinta. También los nombres de los protagonistas tienen, a veces, mucho significado. En ocasiones será un guiño personal (e intransferible), un pequeño juego privado. En otras ocasiones será una declaración de intenciones.
La historia se adereza con dos relatos cortos centrados en el universo de Lágrimas de luz. El primero de ellos es un relato de superviviencia muy gore. El segundo es duro, pero no tanto como el primero.

Como bien he dicho antes, el libro me ha gustado. No soy un lector habitual de novela y me ha tenido enganchado. No he podido leérmelo en "dos días", como hacen los lectores compulsivos habituales, pero he podido disfrutarlo durante un par de meses. Tanto, que hoy mismo me he comprado otra obra firmada por Marín. Espero que, como mínimo, me atrape tanto como ésta.

Lágrimas de luz
Rafael Marín
432 páginas
Editorial Gigamesh
15 €


Información sobre el libro

Posted by Escrito por Manu en viernes, octubre 28, 2005
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