¿Qué hubiera sido de E.T. (la película de Spielberg) si en lugar de ser una película Hollywoodiense hubiera sido una película independiente de presupuesto escaso y productor excéntrico?
Zhcchz es un ser de otro planeta. Es intérprete de profesión y, por una mala pasada del destino, tiene un accidente con su nave del que sale vivo de milagro. Está en un planeta inhóspito y peligroso. Está en la Tierra. Concretamente en Birmingham.
El primer roce que tiene con la los humanos no es muy positivo, ya que se topa con unos pandilleros borrachos que están a punto de darle una paliza. El segundo encuentro es algo más agradable, ya que se encuentra con Roxy, una chica de 15 años que lo acoje no sin dudas y miedos. Como sus padres no estarán en casa durante unos días, parece que ella y Skizz (así lo ha bautizado) tendrán tiempo para conocerse, comprenderse y ayudarse. Pero el asunto del alien le va muy grande y pide ayuda a Loz, un amigo de su padre. Él, inspirándose en parte en la película E.T. decide solicitar ayuda médica, pero en lugar de un médico le viene todo un ejército, liderado por un tal Van Owen, que es el malo de la película. Apresan a Skizz, interrogan a Roxy y los demás, pero al final los sueltan a todos menos al alien. A partir de ahí, Roxy y sus amigos intentarán rescatar a Skizz de las garras de Van Owen.
Es gracioso mirar, con el paso del tiempo, las obras con las que Alan Moore se fogueó y fue experimentando. Skizz tiene un esquema de capítulos de 4 páginas. En esas páginas la historia tenía que avanzar y tener un gancho para que, al número siguiente, la gente tuviera ganas de saber más. Imperativos editoriales al margen, es una historia bien contada y que entretiene. Tiene la cantidad de páginas (100) necesarias para contar una historia parecida, en parte, al blockbuster de Spielberg, pero al contrario que en el cine, Moore se centra más en otras cosas, seguramente, más adecuadas a su audiencia. El dibujo de Jim Baikie me ha gustado, aunque a veces la composición de página lía un poco (si lo leéis me entenderéis).
La edición española corre a cargo de Dude. Lo peor de todo el cómic es el pésimo trabajo de rotulación que se ha hecho con esta serie. No me suelo quejar de estos temas, porque si no aburría demasiado al personal, pero en el caso de Skizz uno no se puede callar. Fallos garrafales en la traducción y líneas demasiado juntas, que impiden una buena lectura.
Skizz
Dude Comics
9 euros
100 páginas en b/n
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